Por sonido espectacular entiendo a aquel que participa de un entramado de lenguajes diversos cuando sucede una representación ante un público. No se trata de un sonido espontáneo producto del mundo y sus sucesos, sino de eventos puestos a sonar por una voluntad y para un destinatario. El sonido espectacular es colectivo, sucede con y para otros. Es el sonido del ritual y la celebración.
El uso coloquial de las palabras espectacular o espectáculo ha ido desvirtuando su sentido y usualmente las encontramos asociadas a lo grandioso o lo deslumbrante. Sin embargo, espectacular es aquello que este puesto para ser contemplado. El espectador brinda sus sentidos al acto de la contemplación, la cual transita como una experiencia íntima y colectiva simultáneamente.
Origen ritual del sonido espectacular: El ritmo colectivo
El concepto de ritual tiene que ver con las ceremonias y las creencias de un colectivo humano. Tiene su raíz en las personas y en la necesidad de celebrar su modo de ser y estar en el mundo como grupo; lo cual se da a través de ropas, sonidos, bailes, poemas, acciones y protocolos comunes o conocidos por la mayoría de los asistentes.
El sonido participa de manera espontánea del ritual, la celebración y la fiesta de todas las culturas. Actúa como elemento reunitivo, común e igualador. Marca el pulso colectivo de la reunión y el individuo queda sumido en el ritmo del conjunto.
El sonido ritual y espectacular tiene que ver con el sonido del grupo humano y su necesidad de reconocerse como tal. Nace en una tendencia biológica de los sujetos a sincronizar pulsos en un latido conjunto, particularmente en situaciones en las que los individuos dejan de serlo para convertirse en un colectivo: tambores de guerra, danzas, cantos, fiestas, celebraciones, bandas, desfiles, procesiones, etc.
El dispositivo teatral o espectacular por su parte, es un espacio de reunión que tiene sus orígenes mas primitivos en la figura de la ronda y el canto en torno a lo misterioso, lo destellante y lo incandescente.



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