La pandemia y el cambio de paradigma

La pandemia sanitaria global ha impactado en todas las esferas de lo social, político, económico, cultural, sanitario, educativo. En este contexto en que las relaciones humanas encuentran nuevos canales de comunicación y vínculo, las artes escénicas atraviesan cambios y transmutaciones de

  • formato
  • soporte
  • relato
  • medio de reunión
  • modos (protocolos) de reunión

y todo esto impacta por supuesto en las estéticas posibles, así como en las técnicas de montaje y producción necesarias para llevar adelante un espectáculo.

Teatro ¿vs? audiovisual

El teatro es el ancestro de todas las formas de representación. Es en el antiguo ritual de la reunión colectiva ante la representación de un relato donde se consagra esta necesidad humana de contar, cantar y contemplar historias de modo colectivo.

El devenir de la historia ha traído novedades o progresos tecnológicos como registrar imágenes en movimiento, lo que dio origen al cine, posteriormente a la televisión y el audiovisual. Pero las fronteras entre cada disciplina son bordes que se rompen, se cruzan, se exploran y dan lugar a formas híbridas que han ido construyendo y nutriendo lo que hoy entendemos por «multimedia».

Es decir que lo que ha cambiado son los modos de la reunión y su formato o soporte. Pero la necesidad humana de ofrecer y compartir colectivamente una historia se mantiene.

Por supuesto que en estos cruces cambian las técnicas, los circuitos, los modos de producción y por lo tanto las industrias, espacios de trabajo y estéticas posibles.
Pero me resulta necesario atender el hecho de que en todos los casos la obra nunca es silente. Más allá de ejercicios formales y exploraciones sobre el silencio (que se lo merece) tanto las obras representativas vivas como las mediadas por tecnologías suelen incluir como lenguaje estético, dramático y narrativo algún tipo de información sonora, que ademas de participar del relato, estructura los códigos de la reunión con clips, construye el inicio y el final de la experiencia.


Nuestras propuestas espectaculares, desde el teatro mas antiguo hasta los mas sofisticados entornos de realidad virtual se valen de sonidos para construir en la audiencia la sensación de estar inmersos en el universo del relato.

Acústico, amplificado y digital

En este contexto es interesante analizar qué ocurre a nivel sonoro. En artes escénicas y performáticas sucede que acostumbramos trabajar planos acústicos que conviven con informaciones pregrabadas y amplificadas, así como en las últimas décadas hemos incorporado también a las puestas materiales producidos y secuenciados de forma digital. Gran parte del trabajo de un músicx escénicx es precisamente el de estilizar y entrelazar los distintos planos sonoros en la acústica particular del edificio de la representación.

En medio de este caos transicional que plantea el nuevo milenio me resulta un páramo refrescante recordar que el sonido ya sabe de cambios de medio y paradigma. La música tiene una larga tradición de desafiar nuevos formatos y soportes, amén de batallar contra las patentes legales y los emporios que utilizan estos cambios como medio de control y monetización de contenidos.

El sonido ha conocido transiciones drásticas como la pianola arcaica que por vez primera permitió mecanizar la ejecución musical, hasta ese momento patrimonio netamente humano. Con sus rollos de información marcada como puntos y rayas sin quererlo fundó las bases del piano roll y el evento MIDI.

Luego la electricidad permitió amplificar y pero trajo también nuevas cualidades sonoras.
Con el fonógrafo conocimos la posibilidad de registrar, almacenar y reproducir sonidos, lo cual fue una verdadera revolución conceptual y perceptual.
En 1930 la cinta magnética permitió manipular y transformar sonidos.

Una cinta magnética y una hoja de afeitar abrieron nuevas áreas posibles para la creatividad musical porque habilitaron manipular información temporal y efímera. Pero también nos cambiaron el paradigma de la edición: Cortar, pegar, dar vuelta y alterar el orden de las cosas es algo actualmente cotidiano: Ctrl + C Ctrl + V Ctrl + X fueron en ese entonces acciones físicas, que se realizaban cortando pedacitos de cinta para generar un relato nuevo. A ese momento de la historia le debemos los sonidos sci fi, la música de Dr WHO, la posibilidad de pensar en «patterns» o»loops».

Sólo el futuro sabe que es lo que el futuro traerá. Quizás nos espera la amenaza zombie a la vuelta de la esquina, los virus, la polución y la destrucción del planeta, no soy muy optimista honestamente, pero en medio de tanto caos y confusión sigo teniendo la certeza de que necesitamos contar historias colectivamente aún a pesar de todo. Creo que la ronda siempre es el camino, que las celebraciones colectivas y los rituales sostienen culturas y redes sociales y que el sonido es indefectiblemente parte de esa trama.

En este nuevo paradigma será cuestión de encontrar nuevos resonadores y amplificadores. Nuevas técnicas y procedimientos, para este arte tan antiguo.

Publicado por Malena Graciosi

UX Designer / UX Researcher / Sound Designer

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